
Para Mario Castrellón, su propuesta de crear una experiencia culinaria que marcara una diferencia no hubiese sido posible sin sus jornadas entre fondas y negocios de venta de comida, en los que degustaba platillos que, aunque no salían de cocinas refinadas, tenían muy buen sabor. “Cada fonda tiene una personalidad de sabor muy peculiar”. Irónicamente, ese descubrimiento sirvió de chispa inicial para dar forma a la identidad de MAITO.
La burocracia de abrir un negocio implica tiempo, paciencia y trámites que se vuelven la rutina de todo emprendedor en ciernes. Todo sueño inicia con una visión.
MAITO tiene como objetivo representar a Panamá como punto de encuentro para toda esa diversidad. De esta forma, la visión de MAITO cobra vida: la gastronomía panameña no es solo replicar y reinventar la comida popular citadina, sino conjugar los sabores que identifican cada región e identidad que forma parte de este crisol de razas.
Es donde Mario Castrellón experimenta sin freno y con toda su creatividad con los mejores productos propios del país, que no se han usado tradicionalmente en la cocina urbana panameña.
Para Mario, era importante que el restaurante mostrara alguna faceta de Panamá. La gastronomía popular de los conocidos “cuara y cuara” sirvió de campo de investigación para la gestación de MAITO.
Basándose en los platos más solicitados por la clientela de estos locales (sancocho, torrejas e incluso mondongo), ideó un concepto de lo nacional mezclado con la comida internacional, tomando experiencias aprendidas en España.

La ubicación en el corazón de Coco del Mar fue una mezcla de azar y estrategia. Tras una búsqueda infructuosa en la movida escena comercial de San Francisco, instaló su local, inspirado en la arquitectura canalera.
La historia de la Ciudad de Panamá va de la mano con la historia del Canal. Mario considera que la edad de la ciudad se mide con la de la construcción del Canal. Es esta obra la cual zanjó la cara de Panamá como sitio de unión de razas. Personas de todas las procedencias y pieles de todos los colores plasman en la comida sus raíces, su herencia familiar y su identidad.
Es por eso por lo que MAITO tiene como objetivo representar a Panamá como punto de encuentro para toda esa diversidad.